La princesita

Sara Crewe es una niña feliz que vive en la India con su padre, quien es viudo y capitán del ejército. Cuando estalla la Primera Guerra Mundial, él se ve forzado a partir al combate e interna a su hija en un colegio de niñas en Nueva York.

El capitán Crewe es muy rico y deja a su hija instalada llena de lujos y en la habitación más grande del internado, pero Sara es una niña noble y con grandes valores y no presume de su privilegiada posición a pesar de recibir un trato preferencial que ella no ha pedido por parte de la directora, la rígida Srta. Minchin.

Pero cuando llegan noticias de que el Capitán Crewe ha muerto en combate, la aparente desinteresada complacencia de la Srta. Minchin desaparece. Dado que ella solo se portaba bien con Sara por el cuantioso dinero que su colegiatura representaba y al ser informada que tampoco recibirá el dinero del mes que falta por pagar, deja caer su careta y muestra su verdadero rostro: una mujer desalmada que descarga toda su ira contra la desvalida niña a quien manda a dormir al lúgubre ático y obliga a trabajar de sirvienta amenazándola con expulsarla a la calle si desobedece.

Aquí empieza un calvario para la pequeña Sara, pero logrará disminuir su dolor y sacar fuerzas ante su precaria situación gracias a algunas amigas del internado y a un sheik que vive en la casa vecina, y que se encuentra cuidando a un sobreviviente de la guerra que ha perdido la memoria, quien resulta ser el Capitán Crewe. Aunque Sara ignora que su padre está vivo, es cuestión de tiempo para que se produzca el tan anhelado reencuentro de ambos.