Anton (Devon Sawa) es un joven que la mañana siguiente a Halloween descubre los cadáveres decapitados de sus padres. Los crímenes se suman a una serie de muertes violentas que han ocurrido en el vecindario y de las que el muchacho no se había enterado.
Ahora, atando cabos, empieza a ser consciente de que en realidad tiene mucho que ver con dichas muertes, y es que su mano derecha parece estar poseída y actúa por su propia cuenta.