Eleutério compró una extraña reliquia: un diablito colgado dentro de una botella. La mantuvo escondida pese a las protestas de las empleadas, de los colonos y de Nena, su mujer. Pero cuando su esposa falleció después del parto del hijo de la pareja, no demoró en esparcirse el rumor para que el pueblo culpara al tal diablito por lo ocurrido. Y peor que eso, atribuirle a él la paternidad del recién nacido. El niño creció y el rumor se perpetuó. El inquieto José Eleutério, apodado Zeca, le hizo honor a la fama que traía desde la cuna. Donde quiera que llegaba, era señalado como el "hijo del diablo". Zeca fue alimentando la superstición del pueblo y haciendo que la historia del diablo se convirtiera en leyenda. Un peón de espíritu aventurero desafiaba a la muerte montando toros bravos.
El joven se quedó ocho años estudiando en Río de Janeiro. Ya egresado, decide volver a la hacienda de su padre en las cercanías de la ciudad de Paraíso. Pero poco interesado en los títulos, lo que él de verdad quería era seguir por las carreteras montado en su caballo. Sin imaginar la sorpresa que lo aguardaba, Zeca y su amigo Terêncio corrían en sus monturas por la carretera que llevaba a la hacienda de Eleutério. En la dirección contraria venía el carro de la santita. Su mirada se cruzó con la de la dulce Maria Rita. Bastó eso para que naciera allí una linda y problemática historia de amor.
Al contrario de Zeca, Maria Rita pasó parte de su vida en un colegio de monjas. Desde niña la acompaña la historia de que es santa. Su madre Mariana la crió para eso. Prometió que su hija se convertiría en monja y pasó su vida alimentando versiones sobre su santidad. Su padre Antero nunca tuvo fuerzas para desmentir las historias inventadas por su mujer. En el día de la ordenación de su hija, Antero no se sorprendió cuando la madre superiora confirmó lo que él ya sabía: Maria Rita no tenía vocación. Mariana se desesperó, lloró, protestó y se enojó con la elección de la joven, que finalmente volvió a la casa. ¿Destino? Maria Rita solo entendió su significado cuando sus ojos se cruzaron con los del hijo del diablo.
La increíble historia de amor entre José Eleutério, el hijo del diablo, y Maria Rita, la santita, en la pequeña ciudad llamada Paraíso. Un amor que se convertiría más feroz cuando ella, rezando reclusa en su cuarto, consigue el "milagro" de salvar a Zeca, que estaba lisiado por haber sufrido una caída. En pago por la gracia recibida, ella ingresa al convento, realizando el sueño de su madre. Él, enamorado y agradecido, rapta a la futura monjita.
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