En 1988, la belleza de la joven Maria Clara Diniz inspiró a su novio, el compositor Wagner Lopes, a componer una canción para ella, "Musa do Verão", que vino a ser un gran éxito, estallando en el país y en el mundo entero, con el título internacional de "Summer Spell". Maria Clara, la musa inspiradora, se convirtió en la modelo exclusiva de la marca, negociada con el éxito de la música. Con su imagen esparcida en vallas publicitarias, comerciales de TV y anuncios de revista, de una hora a otra su figura se hizo conocidísima.
En el día del casamiento de Wagner y Maria Clara sucede una tragedia. Ubaldo Quintela, un conocido bohemio carioca, invade la ceremonia dispuesto a exigir que Wagner Lopes confiese públicamente que le había robado la canción. Desquiciado, afirmaba que la música que transformó a Maria Clara en celebridad era de su autoría. Ubaldo amenaza a Wagner con un arma y, fuera de sí, termina disparando, matando al compositor.
El desenlace trágico del noviazgo de Maria Clara, envés de cerrar su carrera, marcó el inicio de una trayectoria de éxito, meteórica, no como modelo, sino como empresaria. Resolvió apostar en su sensibilidad en identificar talentos, especialmente los del área musical, y pasó a agenciar estrellas y a producir shows. En poco tiempo ya era una empresaria respetada, eso sí, sin abandonar los dividendos que el licenciamiento de los productos Summer Spell le traía.
El mayor patrocinador de los shows que Maria Clara produce es el empresario Lineu Vasconcelos, con quién ella mantiene una relación fraternal, casi de hija a padre. Lineu es dueño del Grupo Vasconcelos, un imperio de comunicación con numerosas empresas, periódicos, revistas, emisoras de radio y TV. Una de las revistas de mayor tiraje del grupo es Fama, dirigida por un hombre con talentos de sobra y escrúpulos de menos, Renato Mendes, sobrino de Lineu, que vive protagonizando encontronazos con Maria Clara.
Lineu está preocupado, pues su única hija, Beatriz, está de vuelta en Brasil con su marido, el premiado cineasta Fernando Amorim, su desafecto. Ese retorno mueve heridas del pasado y va a desestabilizar todavía más ese casamiento, calcado en una relación demasiado estable para Fernando, y en una pasión enfermiza para Beatriz. Y nada más podrá asegurar esa relación cuando Maria Clara y Fernando se conozcan – para desesperación de su mujer, mimada e insegura que ve en su marido su única razón para vivir. Beatriz luchará con todas sus armas para impedir el amor que nace entre Fernando y Maria Clara.
Pero Beatriz no será el único obstáculo en la vida de Maria Clara Diniz. Su imagen pública suscita los sentimientos más variados. Algunos desenvuelven pasiones irrefrenables con las celebridades, con sus ídolos; otros mantienen una relación patológica con ellas. Maria Clara es un paradigma, un mito para Laura Prudente da Costa, que surge de la nada dispuesta a reflejarse en la empresaria. Quiere ser como ella, pero no siguiendo a la raya sus pasos. Para alcanzar su objetivo, está dispuesta a recorrer caminos más turbios y menos sacrificantes.
Con la complicidad de Marcos, Laura traza un plan maquiavélico para aproximarse a la empresaria y obtiene éxito en la empresa. Usando falsedad y perfidia, pasa a ser parte del círculo cercano de Maria Clara. Poco a poco Laura va armando mil intrigas, apoderándose de secretos importantes. Usando frialdad asociada a su talento nato para el crimen, Laura va trazando su plan de derribar a Maria Clara y tomar su lugar en el show business.
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